Totalmente deshabitada. Así quedaría la ciudad de aquí a 15 años. Los excesivos costos de vida, sus constantes inundaciones y la cantidad de turistas que la visitan, han provocado que miles de habitantes dejen "la ciudad de los canales".
Luego de tener total claridad de los efectos de la tragedia que afectó al norte del país, se analizará de dónde se extraerán los recursos.
La Asociación de Bancos recomienda los pasos a seguir para que las personas afectadas hagan la denuncia del siniestro.
Así lo anunció hoy el Ministerio de Comercio de la economía asiática, según recoge la agencia oficial Xinhua, que añadió que se trata de dinero en efectivo.
"Tuvimos un fenómeno meteorológico muy extraño", dijo el gobernador del distrito, José Manuel de la Sota.
Números oficiales indican que ya hay más de 160.000 afectados por el mal tiempo.
En el centro noroeste de la provincia de Buenos Aires vientos de hasta 150 kilómetros por hora, volaron techos y dejaron numerosos barrios sin luz.
La violencia de las precipitaciones trajo la interrupción del suministro de agua potable, un bien al que ahora solo accede el 20% de la población. Debido a ello, se temen epidemias de gastroenteritis, cólera y conjuntivitis.
Miles de soldados y efectivos de rescate están trabajando en la evacuación de casi un millón de personas en la provincia paquistaní de Sind.
Aludes de lodo y barro han causado el derrumbe de varias viviendas al pie de los Himalaya y en la zona paquistaní de Cachemira, con varias víctimas fatales.
Los últimos tres días de lluvia han dejado además a 142 personas desaparecidas.
Unos 25 mil miembros de pueblos originarios se han debido desplazar, mientras exigen la ayuda del Gobierno de Asunción.
Antes de que se decretara la emergencia colectiva en todo el estado de Rio Grande do Sul, 78 municipios habían decretado esa condición para sus perímetros urbano y rural y dos de ellos se declararon en calamidad pública.
Al desastre natural se suman poblaciones ubicadas al norte de Brasil y Argentina.
Según las autoridades del distrito de Guzargah-e-Nur, en la provincia de Baghlan, el número de desaparecidos es muy grande y las autoridades temen que el balance de víctimas de las lluvias torrenciales aumente en las próximas horas.
