El inventor holandés Peter van Wees está probando una posible nueva prueba de coronavirus, que implica que una persona entre en una cabina con filtro de aire y grite. Luego las partículas se recogen, se secan y se miden mediante un dispositivo de tamaño nanométrico.
Inspirándose en unos dibujos animados que veía cuando era niño, Zhao Deli, vendió su departamento para costear su sueño: construir una moto voladora. Este inventor de Dongguan, una ciudad del sur de China, invirtió grandes cantidades de dinero en este proyecto, pensando en que solo un par de hélices tiene un costo de 430 dólares. Por ahora, solo se ha materializado en un modelo de pruebas, ya que la carrocería exterior del vehículo aún necesita algunos retoques. Fuente: EFE
