El Pontífice visitó ayer Qaraqoch, Mosul y Erbil. En la misa en esta última ciudad instó a “resistir la tentación de buscar venganza”.
8 mar 2021 06:45 AM
El Pontífice visitó ayer Qaraqoch, Mosul y Erbil. En la misa en esta última ciudad instó a “resistir la tentación de buscar venganza”.
Se trata de la primera visita de un Papa a este país de Medio Oriente y del primer desplazamiento del Pontífice al extranjero desde el inicio de la pandemia de Covid-19.
Pese a que hoy cayeron 13 cohetes sobre una base que alberga a soldados estadounidenses en la provincia Al Anbar, el Pontífice confirmó su viaje de este viernes. Unos 10.000 efectivos de seguridad serán desplegados durante la histórica visita.
El Pontífice comienza el viernes su primer viaje desde el inicio de la pandemia de Covid-19. La minoría cristiana de ese país se ha visto arrasada desde la caída del régimen de Saddam Hussein, en 2003.
El Mandatario autorizó un ataque que destruyó instalaciones en un punto de control fronterizo. Washington y Teherán buscan revivir pacto nuclear de 2015, que el gobierno de Trump abandonó.
Se trató del tercer ataque en una semana contra la presencia occidental en Irak. Dos de los misiles cayeron dentro del perímetro de la denominada Zona Verde, un sector de la capital iraquí donde se encuentra la embajada. “No ha habido ni víctimas ni daños”, dijo en Twitter Wayne Marotto, un portavoz de la coalición internacional contra el Estado Islámico (EI) liderada por Estados Unidos.
El ministerio del Interior del Kurdistán confirmó en un comunicado que “varios cohetes” habían caído en la ciudad. También precisó que los servicios encargados de la seguridad habían abierto “una investigación minuciosa” y pidieron a los civiles quedarse en casa hasta nueva orden.
El secretario de Defensa interino, Chris Miller, afirmó que los avances hacia la paz en ambos países permiten los recortes sin una disminución de la seguridad para los estadounidenses ni sus contrapartes.
En junio, Irán había emitido una orden de detención y exigido la emisión de una notificación ante Interpol contra el presidente estadounidense, procedimiento que hasta ahora no tuvo éxito.
“Esto está mal, es una injusticia”, declaró Faris Fadel, hermano de Osama Abbas, uno de los 14 acribillados por contratistas estadounidenses de la compañía de seguridad Blackwater en 2007.
Vestida de rojo, la activista kurda Shaimaa al-Abbasi recorre las calles de la ciudad iraquí en su bicicleta para entregar regalos a niños y niñas. “Los niños necesitan alegría, porque lo que hizo el Estado Islámico durante las guerras y la crisis realmente afectó su moral”, dijo a Reuters.
Sin embargo, el Vaticano precisó este lunes que “el programa del viaje será publicado ulteriormente teniendo en cuenta la evolución de la crisis sanitaria mundial”.
Este ataque se produce el mismo día en que Estados Unidos anunció que iban a retirar a 500 de sus soldados en Irak, con la intención de dejar sólo 2.500 militares en el país.
El 2 de agosto de 1990 las tropas de Irak irrumpieron en el vecino emirato, dando inicio a una ocupación que se prolongó por siete meses. Los ecos de la invasión resuenan hasta hoy en Medio Oriente.
El toque de queda impuesto en el país también podría levantarse tras la celebración de la "Fiesta del Sacrificio" -entre el 30 de julio y el 3 de agosto-, al igual que habilitar algunos puestos fronterizos. Restaurantes y centros comerciales, en tanto, podrían reabrir cumpliendo medidas sanitarias y distanciamiento.