El ex futbolista de Unión Española abrió la caja de pandora del dopaje en el balompié chileno. Primero como espectador denunciante, luego como consumidor. Recibe a eldeportivo en la tienda de lubricantes que regenta; en Recoleta, donde sobrevive. Habla Jaime Ramírez, el antiguo poliadicto, el rehabilitado hombre nuevo, el irrepetible jugador.
Denís Fernández
6 nov 2017 01:02 AM