Un historial cruzado por fuertes disputas y apoyos inesperados arrastra la reforma previsional, el legado que aspira a dejar la administración del Presidente Boric. La enmienda lleva 26 meses de tramitación y esta tensa semana -tal como otras veces- quedó al borde del naufragio, justo en su recta final.
En un símil de lo ocurrido en 2000, cuando Ricardo Lagos le pidió a su entonces ministra de Salud, Michelle Bachelet, terminar en tres meses con las “colas” en los consultorios municipalizados, hoy el Presidente Gabriel Boric hizo lo propio con la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, al ponerle un plazo para el despacho de su emblemática reforma previsional para enero. La ruta está llena de baches y posibles descuelgues del propio oficialismo, ante una enmienda que observan como "desdibujada".
La titular del Trabajo indicó que ve con optimismo el avance del proyecto que en la actualidad está en el Senado, afirmando respecto a los legisladores que "no me cabe duda que ellos tiene plena claridad de la responsabilidad que nos compete”.
"Nos parece del todo discriminatorio que el gobierno atribuya a que se perdió la confianza para mantenerse en el cargo, considerando que ella estuvo en un proceso de alta dirección pública y que ganó el cargo debidamente", señaló al respecto el diputado Frank Sauerbaum.
Tras pasar un año de veda legislativa, el martes 23 de julio la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados definirá la forma de tramitación de las propuestas. Desde el ejecutivo, se mostraron en su minuto contrarios a aceptar una discusión de este tipo.
Cansados del doble juego del timonel comunista, Lautaro Carmona, con el gobierno -ataque y retroceso-, esta semana las ministras Vallejo y Jara, el senador Núñez y Marcos Barraza, entre otros, decidieron contraatacar. Ello, en medio de un año en que el partido definirá una nueva directiva. Hoy, ambos bloques miden fuerzas en una comisión política que se prevé tensa.
La ministra del Trabajo, además, comentó que "si aquí no hay una reforma, las AFP van a ser principalmente las responsables".
"Yo veo que hay ánimo, a pesar de todo", expresó esta jornada la ministra del Trabajo, en referencia a la discusión de pensiones en el Congreso.
A tres meses de la polémica que se abrió por las citas que realizó en su departamento -en específico, en las que participaron ministros con sectores regulados-, el exalcalde evalúa qué pudo haber hecho distinto. Dice que aprendió “una lección”, insiste en que no hubo lobby, reivindica los encuentros y asegura que el escándalo prendió, sobre todo, por el mal manejo del gobierno.
Luego del llamado del senador Daniel Núñez (PC) para que el gobierno convoque "a la presión ciudadana" para lograr las reformas -algo que el Ejecutivo desdramatizó- la titular del Interior también dijo que "todo el mundo presiona en una democracia", incluyendo el empresariado. En las últimas semanas el Presidente había pedido a ese sector "abandonar la soberbia paternalista".
La ministra del Trabajo confía en que en el Senado se llegará a acuerdo por la reforma previsional y no se cierra a ninguna solución, incluso por la vía tributaria, para financiar un seguro social. “Sería muy cándido decir con esto que vaya a ser fácil”, señala.
La medida fue aprobada por 84 votos.
Los parlamentarios aprobaron, con 8 votos a favor del oficialismo más la DC y el Partido Radical, y 5 en contra de Chile Vamos; el fin de las Administradoras de Fondos de Pensiones, al reemplazarlas en dos tipos de entidades con la separación de la industria; así como la creación del Administrador Previsional, que ejercerá las labores de soporte, la regulación de sus funciones y su estructura.
