Recogiendo una de las obras de Henry Purcell que serían parte del programa santiaguino, Hear my prayer, O Lord, para ofrecerla como encore, John Eliot Gardiner finalizó la noche con una íntima, expresiva e intensa interpretación de este himno en el que un hilo vocal descendente quedó flotando en el aire hasta desaparecer.
Claudia Ramírez
18 nov 2019 12:21 AM