Hijo de un inmigrante español que vivió la Guerra Civil, tenista de buen saque, el ingeniero es un innovador de nivel internacional, un hombre de familia y preocupado por el país. Así describen al nuevo rector de la UC y exdecano sus conocidos y colegas.
El exdecano de Ingeniería es desde 2024 miembro de la Academia Nacional de Ingeniería de Estados Unidos y comenzará en su rol de máxima autoridad de la Universidad Católica el 18 de marzo y hasta 2030. En el camino quedaron Juan Larraín y Roberto González.
Al inicio del proceso de búsqueda que terminó con el nombramiento de Juan Carlos de la Llera como nueva máxima autoridad de la Universidad Católica se llegó a decir que era el momento de que una mujer asumiera por primera vez el cargo. Pero nada de eso ocurrió e, incluso, sólo hombres fueron elegidos en la trifecta final.
Doctor de la Universidad de California, el exdecano de Ingeniería de la Universidad Católica es uno de los profesionales chilenos del área más premiados a nivel global.
El exdecano e investigador de la Universidad Católica fue recientemente incorporado a la Academia Norteamericana de Ingeniería y, en conversación con Qué Pasa, comenta cómo este reconocimiento lo podría acercar a ser el próximo rector a partir de 2025.
El libro reúne más de 50 hitos protagonizados por investigadoras e investigadores chilenos, permitiendo acceder a contenido adicional a través de códigos QR, que despliegan desde videos e imágenes, hasta realidad aumentada para visualizar en 3D parte de los contenidos.
El ingeniero Juan Carlos de la Llera, ex decano de la Facultad de Ingeniería en la UC, reconoce avances post 27F, pero dice que debería informarse mejor qué significa una estructura con protección sísmica versus una con aislamiento sísmico, para que la gente sepa si está dispuesta a hacer la diferencia, "como lo hace con un auto que tiene frenos ABS versus uno que no tiene".
Juan Carlos De la Llera ha impulsado en Chile el desarrollo de los dispositivos de protección sísmica en edificios y viviendas sociales.
Un buque complejo como éste implica más trabajo que la construcción de un edificio y en ella se estima participarían entre 500 y 1.200 personas en promedio. Según un estudio de la UC, el país tiene la capacidad técnica y humana para hacerlo.
