De trato amable, Koh solía salir del hotel Hilton, donde se concentró el equipo de la defensa, vestido con blue jeans gastados y algo sueltos, zapatillas y un gorro de lana que le tapaba casi hasta los ojos. Saludaba a todos con una sonrisa y un fuerte apretón de manos.
Francisco Artaza, desde La Haya
28 mar 2018 01:00 PM