Rodada en plena guerra fría, y con los ecos del McCartismo aún resonando en la industria, Kirk Douglas se hizo cargo de la producción de la película más conocida de su carrera. Un filme no exento de dificultades que tuvo a un joven Stanley Kubrick como director, aunque para los especialistas, no es un trabajo que defina su obra. Pero su tono épico en que un débil hace frente a un opresor, sabiendo que lo va a derrotar, marcaron su éxito en la apertura de la convulsa década de los sesentas.
Felipe Retamal N.
6 feb 2020 02:22 PM