A través de su cuenta en Twitter, el Presidente de Bolivia, Evo Morales, confirmó ayer que ya presentaron la contramemoria por la demanda interpuesta por Chile -en junio de 2016- ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el uso de las aguas del Silala.
De acuerdo al ex canciller, el presidente altiplanico buscar sacar "provecho interno electoral al fallo de La Haya. Tratará de presentar cualquier sentencia como una victoria".
"El Presidente de Bolivia afecta de esta forma, de manera profunda, los nexos que existen entre Bolivia y Chile", dijo el ministro de Relaciones Exteriores.
La agente de este litigio adelantó que Chile estudiará el escrito presentado por Bolivia y que analizarán si se solicitará una réplica.
Junto con ello, Evo Morales presentó la contramemoria en la Corte Internacional de Justicia.
Ministro comenzó a gestionar encuentros con la expresidenta Bachelet y los presidentes del Senado, la Cámara y la Corte Suprema, entre otros.
Para fines de septiembre o principios de octubre podría darse a conocer el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya en el juicio sobre obligación de negociar una salida al mar presentado por Bolivia
Ampuero dijo que hay un proceso de "transición" para el traspaso de información entre Silva -quien asumirá como embajador en EE.UU.- y el nuevo subsecretario de la cartera. Las legaciones pendientes deberían designarse en septiembre.
Presidente Evo Morales debió desistir de la idea tras recomendación de abogados que representan a su país.
"Chile usa sus aguas de acuerdo al derecho internacional y tiene plena confianza en la fortaleza jurídica de su demanda ante la Corte Internacional de Justicia", dijo el jefe de Estado.
La contrademanda le habría posibilitado a La Paz presentarse como parte acusadora en el diferendo del Silala, como lo es en el otro juicio ante el alto tribunal de la ONU sobre su eventual salida al océano Pacífico.
El tribunal internacional de La haya aplazó desde el 3 de julio hasta el 3 de septiembre el tiempo para que Bolivia entregue el documento.
El canciller subrayó las diferentes estrategias desplegadas por ambos países ante la corte. "Se trata de dos escuelas distintas y la escuela chilena es de sobriedad, seriedad, de coherencia y coexistencia. No estamos para ir a una corte como la de La Haya para buscar montar algún tipo de espectáculo", sostuvo.
