Conocidos originalmente como "carros de sangre", debido al uso de animales, los primeros modelos de este tipo en Latinoamérica circularon en Santiago en 1857. Esto, hasta que la masividad del transporte público y el aumento del parque de vehículos particulares, lograra que desaparecieran un siglo después. Hoy, proyectos impulsados por municipalidades y representantes del sector privado, buscan revitalizar este medio de transporte, que es considerado como uno de los más limpios, eficientes y seguros. La iniciativa de la comuna de Las Condes es una de las más avanzadas. El proceso de licitación debería terminar durante 2018, mientras que su construcción podría tardar tres años.