El ingeniero comercial volvió de emergencia a Larraín Vial, donde trabajó tres décadas, tras el golpe reputacional sufrido por el caso Factop. Aquí habla sobre cómo se gestó el fondo por el que formalizarán a ocho ejecutivos del grupo y en el que, acusa, fueron engañados por la corredora STF, Daniel Sauer, los hermanos Jalaff y Cristián Menichetti. “STF era un nido de víboras, un nido de pillos”, dispara. Barros exculpa a los ocho de Larraín Vial, aunque dice que quizá se cometieron errores de criterio: “Yo conozco a las personas involucradas, fui su mentor, su jefe: ninguno participaría en un acto ilegal o ilegítimo”.
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