La historia del show que abrió el último día de Lollapalooza comienza hace décadas.
Raúl Álvarez
19 mar 2018 06:05 AM
La historia del show que abrió el último día de Lollapalooza comienza hace décadas.
El festival musical más importante que se realiza en nuestro país concluye una nueva versión en la que pagó algunos costos por apostar a entregar tres días de show, debió sortear contratiempos heredados desde el otro lado de la cordillera y aún así lucir la solidez y espectacularidad de sus versiones anteriores.
La solista acusó discriminación contra los artistas locales, y encontró eco en otros invitados nacionales. La productora encargada niega trato diferenciado y destacan la buena voluntad de los músicos extranjeros.
El grupo emblema de la cumbia villera argentina llenó el evento de lunfardo bonaerense, historias marginales y un sonido tropical que parece tan ajeno a la cita del Parque O'Higgins, pero que es el primer síntoma de una cita que ya se abre a géneros impensados.
El festival finalizó su tercera jornada superando sus cambios de horarios y con una abortada actuación del ex Oasis. En compensación, The Killers cantó "Wonderwall" al cierre.
Los problemas en Buenos Aires hicieron que muchos instrumentos y cargamentos técnicos no se pudieran embarcar en el horario acordado, lo que derivó en una serie de cambios y reprogramaciones que, sobre todo ayer, dejaron en el olvido la parrilla original.
Las fichas que la producción le puso al género son conscientes: "El hip hop y la música urbana están tomando mucho más fuerza, y podría decir que hoy en día esa música está creciendo más rápido en Chile que la electrónica. Yo diría que la música urbana es la que está creciendo en el país y se ve en este Lollapalooza, con muchos representantes del género", dice Sebastián de la Barra, de la productora Lotus.
Los problemas en Buenos Aires hicieron que muchos instrumentos y cargamentos técnicos no se pudieran embarcar en el horario acordado, lo que derivó en una serie de cambios y reprogramaciones que, sobre todo ayer, dejaron en el olvido la parrilla original.
El festival finalizó su tercera jornada superando sus cambios de horarios y con una abortada actuación del ex Oasis. En compensación, The Killers cantó Wonderwall al cierre.
Las fichas que la producción le puso al género son conscientes: "El hip hop y la música urbana están tomando mucho más fuerza, y podría decir que hoy en día esa música está creciendo más rápido en Chile que la electrónica. Yo diría que la música urbana es la que está creciendo en el país y se ve en este Lollapalooza, con muchos representantes del género", dice Sebastián de la Barra, de la productora Lotus.
El grupo emblema de la cumbia villera argentina llenó el evento de lunfardo bonaerense, historias marginales y un sonido tropical que parece tan ajeno a la cita del Parque O'Higgins, pero que es el primer síntoma de una cita que ya se abre a géneros impensados.
La solista acusó discriminación contra los artistas locales, y encontró eco en otros invitados nacionales. La productora encargada niega trato diferenciado y destacan la buena voluntad de los músicos extranjeros.
La versión 2018 del festival trajo más de una sorpresa para aquellos que gustan de música "nueva".
Fuertes lluvias y malas condiciones climáticas obligaron a suspender el día de cierre del festival. En Chile, la noticia repercutió en que algunos horarios debieron ser reprogramados.
La jornada de este domingo contempla los shows de Liam Gallagher, The Killers, Lana del Rey, Metronomy y Wiz Khalifa, entre otros.