En la obsesión por la forma descansa lo mejor y lo peor del cine de Tarantino. Lo más notable son las secuencias filmadas como un milagro visual. Lo más débil, esos personajes más cerca de la parodia. "Los 8 más odiados" es un ejemplo de esa dicotomía.
Yenny Cáceres
8 ene 2016 02:30 AM