La ciudad golpeada en 2015 por el devastador huracán –que casi acabó con la vida de Fats Domino- parece superar el trauma a golpe de tambores y orquestas de bronce. Aquí Louis Armstrong es una estatua, mientras uno de sus mejores alumnos, el trompetista Kermit Ruffins, es presente y parranda pura.
Alejandro Tapia
13 dic 2019 10:59 AM