El volante de Universidad Católica volvió a la cancha tras cinco meses. En enero, el cuerpo médico le detectó un problema cardíaco, por lo cual se sometió a una angioplastia. Fueron días de sufrimiento, llanto e incertidumbre. La sangre de nariz después de trotar, los ahogos constantes, los dolores en el pecho y la presión en la espalda pudieron terminar abruptamente con la carrera del argentino, tal vez, con su vida. El ídolo del tetracampeón habla por primera vez en profundidad de esta dura experiencia.