El sábado 6 de abril culmina el proceso que determinará al nuevo dueño de una prenda histórica para el fútbol chileno. Con la casaquilla se marcaron las dos primeras conquistas del partido que consagró a Colo Colo como el único campeón chileno del torneo de clubes más importante del continente.
El exdelantero, quien marcó el último gol de la campaña que les dio a los albos la Copa Libertadores, explica cómo la emblemática prenda pasó a ser parte de un remate público. Fustiga la indiferencia de Blanco y Negro.
El sábado se debería subastar la mítica casaquilla con que el exdelantero selló la inolvidable campaña del equipo de Mirko Jozic, que consiguió la única Copa Libertadores que ha conseguido el fútbol chileno. Sus compañeros intentan disuadirle para que desista.
Este sábado, a través de una plataforma electrónica, se podrá pujar por la prenda del exdelantero albo, quien anotó el último gol de la campaña en que el Cacique ganó la Copa Libertadores. La casaquilla conserva las huellas de la recordada final de la Copa Libertadores de 1991.
Cada vez que se miden Universidad Católica y el Cacique, se reactiva la discusión. Los más tradicionalistas sitúan el encuentro en un plano más secundario. Sin embargo, para el máximo ídolo albo, así como para otros históricos de Macul, hay hitos que fijan la relevancia del choque contra el conjunto de la franja.
El protagonista que nadie imaginó y que se quedó en la historia eterna del club y del fútbol chileno por un solo partido, al que llegó de emergencia por tantas bajas ofensivas en Colo Colo. Sus dos goles en la final ante Olimpia resuenan hoy más fuerte que nunca.
Mientras se define al reemplazante de Pablo Guede, Blanco y Negro recurre a dos hombres de la casa.
Luka Tudor y Luis Pérez defendieron a la UC y Colo Colo, los contendientes por la Supercopa. Además, levantaron títulos con ambos clubes. Con ese rótulo adelantan el clásico que hoy disputan cruzados y albos. Guede, según su criterio, se juega mucho en 90 minutos.
