La Justicia argentina aprobó que se realizara una prueba de ADN a una mujer que vive en Argentina y que podría ser la madre del cantante Luis Miguel, quien desapareció misteriosamente, en medio de una situación violenta y tensa con su expareja, Luisito Rey.
El artista llega este viernes 21 a las cuatro décadas de trayectoria, convertido en el artista hispanohablante más significativo de fines del siglo XX, no sólo por sus cifras y sus millones: también por lo que simboliza. Además, sus fans en la región preparan una serie de celebraciones.
El capítulo estrenado anoche de Luis Miguel, la serie (Netflix) muestra la emotiva relación entre ambos, un vínculo que convirtió al mexicano en el mayor astro de la canción latina. Ojo: este artículo contiene spoilers.
Mucho se ha hablado de la enorme huella artística de Luis Miguel, pero si algo estableció la serie de Netflix estrenada en 2018, es la enigmática y turbulenta vida personal del "Sol de México", aspectos oscuros que aún hoy permanecen con más sombras que luces.
El año 1994 Luis Miguel demandó por 7 millones de dólares a la periodista Claudia de Icaza, autora de El gran solitario, una biografía no autorizada sobre la vida del cantante reeditada con motivo de la serie de Netflix.
De Luis Miguel a Madonna, varias figuras de la canción han llevado una relación tensa con sus progenitores por diferentes razones. Algunas terminan con el abandono, otras con la reconciliación.
Jaime Vas, productor chileno que llegó a ser el tour manager del cantante mexicano durante cinco meses, derriba el mito de que "el Sol de México" vio por última vez a Marcela Basteri durante un concierto en el Luna Park, en 1985. Su relato, de hecho, sitúa el encuentro final -en el que asegura haber estado presente- en 1986, y muy cerca de la fecha de desaparición de la mujer. Aquí, desclasifica una historia inédita y cuenta por qué trabajar con Luisito Rey fue "un infierno".
Jaime Vas, productor chileno que llegó a ser el tour manager del cantante mexicano durante cinco meses, derriba el mito de que "el Sol de México" vio por última vez a Marcela Basteri durante un concierto en el Luna Park, en 1985. Su relato, de hecho, sitúa el encuentro final -en el que asegura haber estado presente- en 1986, y muy cerca de la fecha de desaparición de la mujer. Aquí, desclasifica una historia inédita y cuenta por qué trabajar con Luisito Rey fue "un infierno".
