El expresidente izquierdista y candidato del Partido de los Trabajadores consiguió el 47% del respaldo de los consultados por la firma encuestadora Datafolha, frente al 33% de apoyo a Bolsonaro. El sondeo anterior arrojaba preferencias de voto de 45% y 33%, respectivamente, para los sufragios que se realizarán el 2 de octubre.
El candidato presidencial por el Partido Democrático Laborista calificó de "fascismo de izquierdas" la campaña que le pide renunciar en pos del voto útil para el expresidente brasileño en la primera vuelta del 2 de octubre.
El último sondeo de Ipec le otorga el 52% de los votos válidos al candidato del PT de cara a los comicios del 2 de octubre. Sin embargo, analistas citados por el diario Folha de Sao Paulo advierten que si bien “Lula es el favorito”, “la elección no está definida”.
Por medio de la encuesta Ipec, las personas consultadas señalaron que en una segunda vuelta apoyarían al exmandatario en un 54 por ciento, frente al 35 por ciento de respaldo que obtuvo el actual mandatario brasileño.
Michelle Bolsonaro y Rosângela da Silva, más conocida como Janja, han ganado protagonismo, con el objetivo de captar el voto de las mujeres y los evangélicos de cara a las elecciones del 2 de octubre.
El sondeo de Datafolha mostró que la ventaja del candidato izquierdista se redujo a 11 puntos porcentuales en la primera vuelta de los comicios, con un 45% de apoyo frente al 34% del actual mandatario. Bolsonaro registró un 32% de las preferencias en la encuesta de la semana pasada. En una esperada segunda vuelta, Lula sería elegido con el 53% de los votos frente al 39% del mandatario brasileño.
El candidato izquierdista a la presidencia de Brasil manifestó a periodistas en Río de Janeiro que el mundo es un lugar mejor sin gente como Bolsonaro y Trump al mando de un gobierno. “El mundo ya está sufriendo mucho”, dijo Lula, que añadió que habría preferido que el actual mandatario brasileño se hubiera inspirado en Joe Biden y en sus predecesores demócratas Barack Obama y Bill Clinton.
En un acto en Río de Janeiro, el presidente y candidato a la reelección calificó a su rival de izquierda como "un mafioso". "Tendremos un gobierno mucho mejor si nos eligen, con el favor de Dios", declaró.
En un desayuno en el Palacio de Alvorada, en el que recibió hoy a ministros, parlamentarios y empresarios, el Presidente de Brasil advirtió que "la historia puede repetirse", tras citar varios momentos de ruptura democrática en el país, como el golpe militar de 1964.
El exmandatario y actual candidato a la presidencia brasileña por el Partido de los Trabajadores podría obtener en la primera ronda hasta un 44 por ciento de los votos frente al Partido Liberal (PL) del presidente Jair Bolsonaro, que alcanzaría el 31 por ciento.
“Creo que todos los que somos políticos tenemos que ser conscientes de la violencia provocada por aquellos que no saben vivir democráticamente”, dijo el exmandatario brasileño y actual candidato presidencial durante una rueda de prensa antes de un mitín en la ciudad de Manaos, en el noreste del país.
Según investigación de UOL, desde la década de 1990 hasta la actualidad, el presidente, hermanos e hijos han negociado 107 propiedades, de las cuales al menos 51 fueron adquiridas total o parcialmente con dinero en efectivo. “¿Cuál es el problema?”, respondió Jair Bolsonaro, quien aseguró que el informe “no tendrá” impacto electoral.
En entrevista con La Tercera, la presidenta de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo reconoce que debates como el de la plurinacionalidad “sí han podido generar más problema o preocupación”.
En reunión con miembros del Parlamento Europeo, el exmandatario brasileño y nuevamente candidato presidencial al Palacio de Planalto, explicó que su país requiere colaboración para desarrollar económicamente la región del Amazonas sin dañar la selva. “Brasil necesita compartir la carga del trabajo de investigación para que se pueda descubrir toda la riqueza de esa región”, expresó.
“Si alguien se equivoca, alguien comete un delito, se investiga, se juzga, se condena o se absuelve y el problema está resuelto”, zanjó el abanderado presidencial. Lula señaló que su candidatura viene para “pacificar” el país y lamentó que Brasil haya pasado de aquella sana polarización que representaba el Partido de los Trabajadores y el Partido de la Socialdemocracia Brasileña por la “incitación al odio” que representa el presidente Bolsonaro.
