A 25 años de su polémica instalación Come and push my button, donde invitaba al público a encender licuadoras con peces vivos, el chileno radicado en Dinamarca vuelve al centro del debate con la muestra donde exhibió a tres cerdos privados de comida y agua para denunciar la crueldad de la industria porcina. Desde la capital danesa, Evaristti habla con Culto sobre la cancelación de la exposición, su visión del arte como provocación y su vínculo distante con Chile. “Me han llamado salvaje, egocéntrico, pero los museos siguen comprando mis obras”, dice.
Pedro Bahamondes Chaud
18 mar 2025 01:30 PM