Mientras trabajaba en un CESFAM, la matrona Valentina Hormazábal atendió a una adolescente sorda que llegó a consulta acompañada de su madre para iniciar un método anticonceptivo. Fue entonces cuando descubrió las diversas barreras que enfrentan las personas sordas al acceder a información y atención de salud. Este desafío se convirtió en su causa, impulsándola a aprender lengua de señas y hoy, como académica y orientadora en sexualidad, lucha por una matronería integral y un acceso universal a la salud.
Patricia Morales
9 sep 2024 06:00 PM