Aunque las propiedades a pie de playa son entre un 10% y un 50% más caras que las ubicadas más atrás, su atractivo no se ha visto afectado aún por la mayor acción de marejadas e inundaciones. “No se visualizan minusvalías en estos activos producto de estos fenómenos”, dice un consultor inmobiliario, aunque en el sector admiten que estos eventos podrían cambiar las percepciones a futuro. De cualquier manera, los nuevos proyectos consideran muros de contención o pilotes y los departamentos en altura, que ofrecen vistas despejadas, asoman ahora como la nueva tendencia. La sola ubicación ya no es una condición imbatible.