Hernán Chávez dedicó casi veinte años a su fábrica de textiles, hasta que un día conoció el fascinante mundo de las abejas. El declive del primer negocio y la pasión por el segundo hicieron cambiar el rumbo de su vida a los 40. Hoy, su meta es capacitar a quienes sienten que a los 50 ya no hay más oportunidades para empezar de nuevo.
Felipe Lemunguir Sepúlveda
11 feb 2022 07:00 AM