La gata Valeria llegó a la vida de Francisca hace cuatro años y medio. Al principio, no estuvo muy segura de adoptarla porque tenía los típicos prejuicios sobre estos animales: que son traicioneros, menos apegados que los perros. Pero con el tiempo aprendió que los gatos tienen otro lenguaje. "Cuando lo descubres, te das cuenta de que tienen una nobleza y una capacidad de entregar cariño tremendas", dice. Hoy su conexión es tan profunda que incluso logra distinguir sus diferentes maullidos. "Valeria es mi familia", agrega.
Patricia Morales y Fotos: Alejandra González
20 nov 2024 07:03 PM