Una delegación de Naciones Unidas llegó recientemente aTrípoli para tratar de organizar un cese del fuego entre las facciones de Misrata -aliadas con islamistas- y sus rivales, que están aliados con el pueblo occidental de Zintan.
Resaltan en la exposición la escultura del puño de hierro aplastando a un avión estadounidense, que estaba en el palacio de Gaddafi, también se muestra el sillón verde del coronel.
El gobierno de transición libio dijo que su cadáver será tratado "con dignidad" y el lugar donde lo llevarán es secreto. El cuerpo del coronel es mantenido en una gran cámara frigorífica en Misrata.
El líder libio acusó a los rebeldes que controlan dicha ciudad, de destruirla y quemarla.
Dentro de Misrata, no hay un gobierno adecuado, ciertamente no uno que esté recolectando los impuestos. Y aún así la ciudad libia continúa funcionando y, de manera crucial, el esfuerzo bélico sigue siendo financiado.
Un vocero de los rebeldes dijo que las tropas del líder libio, bombardearon la ciudad "desde el este, el oeste y el sur".
El organismo quiere llegar por tierra y agua a Misrata una de las zonas con más necesidades.
Tras intensos enfrentamientos con fuerzas de Muammar Gaddafi, los insurgentes accedieron a la terminal aérea, clave para la llegada de ayuda humanitaria.
Se trata de alimento, insumos médicos y piezas para sistemas de agua y electricidad.
Rebeldes libios acusan que tropas de líder libio pretenden usar armas químicas.
La muerte del profesional británico Tim Hetherington y del estadounidense Chris Hondros recuerda "la urgencia" de liberar esa ciudad, dijo la Cancillería del país galo.
En tanto, el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, reconoció que la Alianza subestimó la capacidad de adaptación del líder libio.
Las personas serán trasladadas en barco "a un lugar seguro", dijo el ministro británico de Cooperación Internacional, Andrew Mitchell.
Además, se calcula que hay unos 3.000 heridos en el mismo período, según revela el hospital local.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, se mostró preocupada por la situación denunciada por el diario The New York Times.
