Monumental, monolítico, de grandes escalas, geométrico, pero sobre todo concreto. Esas son las características que objetivamente podemos observar en esa forma de arquitectura que surgió tras la Segunda Guerra Mundial con el nombre de brutalismo, por el uso masivo del 'betón brut', 'raw concrete' u hormigón que muestra los patrones y costuras impresos en él por el encofrado. En Londres, la ciudad considerada su cuna, recorrimos el ejemplo que mejor subsiste e incluso florece, vimos también las razones por qué se asocia a proyectos de oficinas gubernamentales, instituciones educativas y a soluciones de vivienda social, muchas veces con tintes de utopía.
Por Pablo Andulce Fotos Jaime Palma
27 jun 2019 11:05 AM