Uno comenzó en el coro de la iglesia y los otros cultivando el hip-hop más crudo; llegaron a Chile y saltaron a la balada y al reggaetón, respectivamente. Presentamos aquí a un solista y a un grupo que se ganan un nombre en la cada vez mayor población créole residente en Santiago. Una escena que crece en fiestas municipales y en páginas de Facebook.
Vadim Vidal / Ilustración: Pablo Farías
23 ago 2016 04:37 PM