Sucede en Nepal: niñas de 3 o 4 años son elegidas como reencarnaciones humanas de la diosa hindú Taleju. La tradición partió hace cuatro siglos. Las Kumaris, así se les llama, son apartadas del mundo y veneradas con devoción hasta que les llega la primera regla. Entonces, pierden su condición divina y deben regresar a la vida común y corriente. Esto es la historia de Samita Bajracharya, la diosa de 11 años de la ciudad de Patan.
Revista Paula.
19 may 2014 05:46 PM