En el primer día de la cumbre, Obama intentó uniformar la respuesta de la alianza a Rusia.
A. Tapia
5 sep 2014 01:00 AM
En el primer día de la cumbre, Obama intentó uniformar la respuesta de la alianza a Rusia.
"Si se nos une la comunidad internacional, podemos seguir reduciendo la esfera de influencia del EI, su eficacia, su financiamiento, sus capacidades militares", dijo Obama.
"No habrá comentarios públicos de la familia en este momento difícil", indicó un escueto comunicado de dos líneas difundido por el portavoz de los Sotloff.
El jueves, Obama anunció que su gobierno "aún no tiene" un plan para frenar el avance del Estado Islámico en Siria e Irak. Desde Kiev, el senador demócrata Bob Menéndez instó a Estados Unidos a "armar a Ucrania para hacer frente a la invasión rusa".
Mientras que el senador republicano John McCain aeguró que el mandatario no está "percibiendo la realidad tal y como es", la senadora demócrata Dianne Feinstein, opinó que el presidente se mostró "demasiado cauteloso" al indicar que aun no tiene una estrategia para combatir al Estado Islámico.
El Presidente sirio, que el año pasado estuvo en la mira de Obama, hoy no parece tan negativo a los ojos de Occidente.
El portavoz de la Policía Estatal, el teniente Paul Vance, explicó que esa agencia se puso en alerta después de que el Servicio Secreto diera el aviso que una persona cruzaría el estado y que podría haber amenazado al mandatario.
El mandatario estadounidense planea con sus aliados en la UE tomar "más pasos" contra Rusia, "porque no hemos visto señales de que esté dispuesta a resolver esto de forma diplomática".
El mandatario estadounidense afirmó sin embargo que seguirá apoyando a la oposición moderada al régimen, para darle una opción a los sirios que no sea Assad o el Estado Islámico.
La noticia llega en un momento en que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estudia posibles ataques aéreos contra posiciones del Estado Islámico en Siria.
En junio hubo un acercamiento con Irán y ahora podría ocurrir algo similar con Siria.
Barack Obama camina ante la posibilidad de bombardear Siria ante el avance del grupo yihadista, que sin embargo ya enfrenta en el norte de Irak, para evitar el genocidio de la minoría yazidí y velar por el personal estadounidense.
El mandatario fue a jugar golf minutos después de manifestarse consternado por la decapitación del periodista James Foley.
El mandatario estadounidense afirmó al mismo tiempo que no cederá y que seguirá vigilando al Estado Islámico, al que calificó de cáncer.
"Estas operaciones militares serán limitadas en su alcance y duración según sean necesarias para apoyar a las fuerzas iraquíes en sus esfuerzos por retomar el control de esta crucial infraestructura", indicó el Mandatario estadounidense.