El océano es el principal captador del dióxido de carbono que emiten los combustibles fósiles a la atmósfera, por lo que es un gran regulador de la temperatura de la tierra. No obstante, esta función está disminuyendo su pH a tal nivel que se estima que para el 2100 el mar será 170% más ácido. Esto podría traer diversas consecuencias para la biodiversidad marina que aún no se conocen. Por eso, dos reconocidos investigadores chilenos están realizando estudios para intentar descifrarlas.
Catalina Moya C. / Climate Tracker
3 dic 2019 11:16 AM