Si sólo uno se negaba, el festival no iba. Las seis mayores glorias del rock en actividad tuvieron que dar su consentimiento al unísono para que su primera vez como compañeros de cartel fuese una realidad. ¿Es nostalgia o admirable vigencia lo que anima la ansiedad en torno al llamado "Oldchella"?
Marisol García
4 may 2016 05:05 PM