Las señales que da el liderazgo de José Antonio Kast no resultan suficientes como para que los medios lo sitúen explícitamente en un extremo del espectro político: ni su defensa a un torturador criminal despiadado como Miguel Krassnoff, ni su admiración y justificación de una dictadura feroz, ni su inquina en contra de las organizaciones internacionales, ni su apoyo y cercanía con Jair Bolsonaro.
23 oct 2021 07:55 PM