El gobierno de Xi Jinping estaría dispuesto incluso a jugar un papel pacificador en el conflicto con los talibanes.
Pedro Schwarze
15 ene 2015 06:01 AM
El gobierno de Xi Jinping estaría dispuesto incluso a jugar un papel pacificador en el conflicto con los talibanes.
El presidente afgano había prometido formar en un plazo no mayor de 45 días un gabinete integrado por personas elegidas por sus méritos.
Esta semana concluyó el trabajo de 13 años de la fuerza de intervención de la OTAN. Si bien el país progresó en escolaridad, aún hay graves problemas de seguridad.
Letonia asume mañana la presidencia trimestral de la UE y Lituania se una a la zona euro.
El portavoz talibán argumentó que no se firmó ningún acuerdo con EEUU para concluir la guerra, por lo que según su visión los norteamericanos y sus aliados fueron derrotados.
La OTAN termina después de 13 años su misión de combate en Afganistán, sin que haya seguridad en la zona. Pese a ello, las tropas internacionales sienten su deber cumplido, mientras que las voces críticas aseguran que el país queda sumido en un infierno.
Con una ceremonia oficial, la misión de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán, que comenzó tras la invasión que acabó con el régimen talibán en 2001, llega a su fin tras la muerte de 3.485 soldados.
En un documento difundido ayer por Moscú, EE.UU. y Ucrania también figuran como los principales riesgos para Rusia.
El documento destaca el incremento del potencial militar de la Alianza Atlántica, su acercamiento a las fronteras rusas y su asunción de funciones globales.
Según informó la organización internacional, el "2014 va a ser el primer año en el cual el número de víctimas va a superar los 10.000 muertos".
El presidente ruso explicó que "nuestra seguridad la defenderemos de manera consecuente y firme", frente a la actividad de la OTAN en Europa del Este.
Las recriminaciones mutuas profundizaron el peor pulso entre Moscú y Occidente desde la Guerra Fría, agravada por la crisis en Ucrania.
El secretario general de la Alianza dijo que "todo lo que contribuya a más transparencia" reduciría el riesgo de "accidentes e incidentes que puedan escapar del control".
El presidente ucraniano recalcó que "la decisión sobre el ingreso o no ingreso en la OTAN es competencia exclusiva del pueblo ucraniano".
"La OTAN quiere convertir la región báltica, que era, insisto, una región muy tranquila desde el punto de vista militar, en una especie de zona de antagonismo militar con Rusia", dijo Alexandr Grushko, embajador ruso ante la OTAN.