Tienen entre 13 y 18 años, son de la comunidad indígena de Otavalo, en Ecuador, y llegan a Chile con la promesa de un sueldo y aprender el oficio de comerciante. Acá retienen sus documentos, los incomunican de sus familias, duermen en el suelo y trabajan hasta 20 horas diarias a cambio de un plato de arroz. Los niños otavaleños componen más de la mitad de la lista de menores de edad víctimas de trata de personas en Chile, un delito por el cual se acaba de dictar la primera condena de cárcel.
Greta di Girolamo / Ilustración: Edith Isabel / Infografía: Silvia Caracuel
31 ago 2018 06:18 PM