El presidente, Jair Bolsonaro ratificó su decisión a través de Twitter: "Brasil es soberano para decidir si acepta o no migrantes", escribió.
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Según la edición online del periódico Politico Europe, desde septiembre simpatizantes anti-islam, de extrema derecha y neonazis generaron un aumento de los contenidos antiinmigración en las redes sociales que presionó a los principales partidos europeos para abandonar el acuerdo.
La ratificación de ayer en Nueva York contó con cinco rechazos (República Checa, Hungría, Polonia, Estados Unidos e Israel), mientras que en la votación del 10 de diciembre en Marruecos fueron 10 naciones. A su vez, 12 países decidieron abstenerse, como Suiza e Italia, que lo someterán a debate parlamentario.
En entrevista con revista Capital, el mandatario planteó que dos de sus principales dificultades han sido la reestructuración en Carabineros y el caso Catrillanca. También afirmó que, si debiera ponerle nota a lo que va de su segunda gestión, ésta sería "de 6 para arriba".
Fue aprobado por 152 a favor y cinco en contra. Entre los disidentes estaban también Israel, la República Checa y Polonia. Otros 12 países, entre ellos Chile, se abstuvieron.
Luego que fuera el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, quien dio a conocer que Chile no adheriría al pacto de Marrakech, lo que desató críticas y para algunos en La Moneda fue considerado como "un error", el canciller confirmó hoy que Chile se abstendrá ante la ONU.
Parlamentarios cuestionaron la posición del Ejecutivo, dada a conocer hoy, de abstenerse de firmar el acuerdo y calificaron como "insuficientes" los argumentos esgrimidos.
Esto luego de que durante esta mañana el gobierno confirmara su decisión respecto a esta materia.
Esta mañana el canciller Roberto Ampuero anunció que Chile se abstendrá en la votación que se realizará esta jornada en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.
La instancia se da luego de que el pasado 10 y 11 de diciembre los representantes de 182 países se reunieran en Marrakech (Marruecos) para discutir sobre los alcances del acuerdo y ratificarlo. En total, fueron 164 naciones las que decidieron ser parte de éste.
Entre los ocho puntos de énfasis, se incluye que hay aspectos del acuerdo que podrían coartar la libertad de expresión, que el país no se puede hacer cargo económicamente del retorno de los migrantes a sus países y que al suscribir el pacto podría haber riesgos ante tribunales internacionales.
Hernán Larraín Matte afirmó que para ello esperan que se apruebe la ley que se debate en el congreso sobre la materia y que se avance en el proceso de regulación.
Más de 5 mil personas salieron a las calles de Bruselas para manifestarse contra el acuerdo de la ONU.
Según el otrora embajador "el Presidente señaló que el pacto tenía efecto jurídico cuando no lo tiene, siendo el pacto meramente de carácter político y no vinculante".
De un golpe lo que era un pacto migratorio multilateral, que expresamente salvaguardaba las decisiones internas de los Estados y que significaba un avance para la convivencia y los desafíos del futuro, resultaba ser una intromisión en la soberanía del país. Lo que hasta hace unos meses era apoyado por el Presidente Piñera según sus propias palabras en la Asamblea General de la ONU, ya no lo era más.
