Qué (y porqué no) no perderse esta quincena.
Francisca Siebold
20 jun 2013 11:49 AM
Qué (y porqué no) no perderse esta quincena.
Qué (y porqué no) no perderse esta quincena.
La quinta versión de Expolana tendrá nueva sede: del 4 al 7 de julio el famoso evento lanero organizado por revista Paula y Tejidos Paula ahora se hará en el mall Alto Las Condes, con el doble de espacio que en años anteriores.
¡No te pierdas este evento!
Lo que ocurre en la sala que el Teatro Nacional Chileno tiene en Morandé 25 es un tremendo suceso: por primera vez, después de su estreno hace 51 años bajo la dirección de Víctor Jara, se volvió a montar la obra de Alejandro Sieveking, que es clave en la dramaturgia nacional. Una función que no hay que perderse en el centro de Santiago, a un paso de la renovada calle Nueva York.
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En un centenario galpón de ladrillo y cemento –donde funcionó la sombrerería Girardi hasta su mudanza a la comuna El Bosque en noviembre-, acaba de abrir el centro de innovación ciudadana Mil m2, cuya activa cartelera contempla funciones de teatro todos los domingos. Hasta el 16 de junio será el turno de Entelequia, que tuvo una breve pero exitosa temporada previa en el GAM. Una buena excusa para recorrer las novedades que despliega el barrio una tarde de domingo.
Una docena de talleres gratuitos, entre los que destacan dos que rescatan técnicas muy valiosas y que raramente se dictan en Santiago.
Elegida durante este año por la revista Traveller como uno de los veinte destinos imperdibles para conocer, la capital ecuatoriana esconde uno de los parques más vitales de Sudamérica.
Mayor restricción en la red de transmisión y altos costos de la energía marcarán el año. Sector privado comparte diagnóstico.
Un inédito musical chileno repasa casi 20 de las canciones emblemáticas de la banda inglesa más popular de todos los tiempos. El estreno es el 16 de mayo en el Teatro Mori del Parque Arauco, y muy cerca hay novedades que vale la pena asomarse a mirar y probar.
Qué (y por qué) no perderse en esta quincena.
En este barrio bonaerense, de tradición inmigrante y textil, se han instalado más de 130 restoranes y cafés en los últimos cinco años. De día y de noche, Villa Crespo se está transformando en una atractiva opción gastronómica que mantiene su encanto de barrio y que aún no sufre la transformación comercial que vivió hace años Palermo, el barrio vecino.