Es probable que la peste nunca se erradique. Debido a su compleja red de transmisión por pulgas, roedores y seres humanos, es casi imposible detectar, controlar y tratar todos estos aspectos
Conor Meehan* (The Conversation)
20 jul 2024 05:24 PM
Es probable que la peste nunca se erradique. Debido a su compleja red de transmisión por pulgas, roedores y seres humanos, es casi imposible detectar, controlar y tratar todos estos aspectos
También conocida como peste bubónica, es una enfermedad prácticamente erradicada, pero de la que aún se producen brotes.
La enfermedad se puede propagar a través de picaduras de pulgas infectadas o cuando se está expuesto a gotículas respiratorias de pacientes contagiados.
La muerte del paciente por la también conocida peste bubónica, es una enfermedad prácticamente erradicada, pero de la que aún se producen brotes, lo que genera preocupación ante la posibilidad de que se transforme en una nueva y devastadora pandemia.
Tras confirmarse la muerte, las autoridades locales advirtieron sobre el riesgo de “una epidemia de peste humana que se propaga en la ciudad” y pidieron a los habitantes de la zona a tomar precauciones adicionales y buscar atención médica inmediata si desarrollan síntomas como fiebre o tos.
Más de 200 científicos enviaron una carta a la Organización Mundial de la Salud (OMS), pidiendo que revise sus guías sobre el Covid-19, por nuevos antecedentes que muestran que el Sars-CoV-2 puede permanecer por más tiempo del que se creía suspendido en el aire. Junto a un estudio de Oxford, conforman parte de la nueva evidencia científica sobre la enfermedad.
Parece una enfermedad del pasado, pero especialistas advierten que la bacteria que la provoca aún es endémica en algunos lugares del mundo y no ha podido ser erradicada. De hecho, constantemente se están produciendo brotes, como en Madagascar, Pakistán, incluso en Estados Unidos y Perú.
La peste bubónica, conocida como “peste negra” durante la Edad Media, es una enfermedad altamente infecciosa y a menudo letal que suele propagarse a través de roedores. Aunque está prácticamente erradicada, aún se producen brotes, como el reportado en China, lo que genera preocupación ante la posibilidad de que se transforme en una nueva y devastadora pandemia.
En Bizancio, en medio del esplendor de la gestión del emperador Justiniano, cuando estaba logrando consolidar su idea de recuperar la grandeza del antiguo imperio romano, un brote de peste bubónica, la llamada “Peste Justiniana”, causó estragos en el mundo de la Alta Edad Media, pero sobre todo en esa ciudad. Vigilancia militar en las calles y una crisis económica fueron las repercusiones inmediatas de la enfermedad.
Contrario a lo que la gente cree, patógenos como la bacteria que produjo la peste negra o el virus de la gripe porcina, siguen cohabitando con los humanos. Estas pestes no se extinguen.