Del 55% de popularidad que tenía en marzo de 2011, el ahora ex jefe de la CIA cayó a un 40%.
Fernando Fuentes
22 nov 2012 04:54 AM
Del 55% de popularidad que tenía en marzo de 2011, el ahora ex jefe de la CIA cayó a un 40%.
"Ella se arrepiente profundamente por el daño hecho a su familia junto con todos los demás", informó la cadena ABC News, citando a un amigo no identificado de los Broadwells.
El ex jefe de la CIA aseguró que el informe original tras el ataque contra el consulado estadounidense, en el que murió el embajador Stevens, atribuía la autoría del mismo a grupos afiliados a la red Al Qaeda, pero esa información fue removida más tarde por diferentes agentes federales.
La génesis del escándalo en EEUU comenzó en mayo pasado, cuando un correo anónimo advertía al jefe de las tropas estadounidense en Afganistán, John Allen que una amiga con la que se reuniría en Washington la semana siguiente significaba problemas.
Según la cadena CNN el ex jefe de la CIA aclara, además, que su dimisión no tuvo nada que ver con con su testimonio programado, sobre el ataque de septiembre, en el que murieron cuatro estadounidenses en Bengasi, Libia.
El jefe del Pentágono declinó, además, pronunciarse sobre el contenido de los mensajes electrónicos entre el general John Allen, jefe de las tropas aliadas en Afganistán, y Jill Kelley, amiga de la familia del ex jefe de la CIA.
La investigación adquirió en los últimos días un nuevo giro al revelarse que también aparecía involucrado el general John Allen, responsable de las tropas de la OTAN en Afganistán, por correos "inapropiados" a Jim Kelley.
En su primera conferencia en la Casa Blanca tras resultar reelecto, el mandatario estadounidense dijo no tener pruebas "en estos momentos, en base a lo que he visto, de que fuera revelada información clasificada", en escándalo que golpea a EEUU.
Tras su inesperada renuncia el viernes pasado, no estaba claro si el ex jefe de la CIA acudiría a testificar. Según la cadena NBC podría ser mañana como estaba previsto.
Leon Panetta llamó a no sacar conclusiones apresuradas hasta que los hechos sean aclarados. A su vez, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, también reiteró que apoyaba al General Allen.
David Petraeus, Paula Broadwell, Jill Kelley, un agente del FBI y John Allen, son por ahora los partícipes de un verdadero escándalo en las altas esferas de seguridad en EEUU.
El comandante de las tropas en Afganistán habría mantenido "comunicaciones inapropiadas" con una mujer que recibió correos enviados por la amante del Petraeus.
Las críticas e interrogantes crecen aún más, luego que saliera a la luz un video en que la amante de David Petraeus, la biógrafa Paula Broadwell, entrega detalles no revelados hasta ahora del ataque al consulado de EEUU en Bengasi.
Un ex asesor del general retirado, dijo a la cadena ABC que el militar está "devastado" y precisó que terminó la relación con su biógrafa Paula Broadwell, hace cuatro meses.
Un miembro republicano de la Cámara de Representantes se preguntó por qué, si había temor a una fuga de información confidencial, el FBI tardó varios meses en informar de la situación al gobierno de Obama.