Los rituales tradicionales no alcanzan. En las poblaciones de Santiago se ha configurado una nueva estética de la muerte. Justo en pleno debate por los narcofunerales, dos grafiteros consagrados al arte de retratar traficantes, choros y otros insignes difuntos en las paredes de sus guetos discuten su oficio, uno en el que la mayoría de las veces ni siquiera conocen a quienes homenajean.
Sebastián Palma
14 jul 2019 12:23 AM