La fuente de soda Marbella está a un costado de la Biblioteca Nacional. Allí, entre prietas con papas y vodka tónica, el poeta más maldito de todos los poetas malditos chilenos, Thomas Harris, habla de vida, muerte, burros y monstruos. Todo, a pocos días de que sus compañeros de trabajo lo postularan al Premio Nacional de Literatura, galardón por el que compite con su mujer, la poeta Teresa Calderón, también nominada.
Andrea Lagos / Fotografía: Carolina Vargas / Producción: Álvaro Renner
29 jun 2016 12:14 PM