Hernán Quintana, astrofísico y profesor emérito de la UC, conoció al legendario cantautor. Entre 1967 y 1968 tuvo la oportunidad de hacerle varias fotografías; en su propia casa, durante un viaje a Lonquén y en la Casa de la Cultura de Ñuñoa, donde trabajaba Jara. Las fotografías pasaron años archivadas sin publicarse, hasta ahora, que Quintana ha firmado un convenio de donación con la universidad para entregar 216 negativos en blanco y negro, los que serán resguardados en el Archivo de la Escena Teatral, de la Facultad de Artes. Acá la historia tras esas imágenes, un tesoro de la cultura chilena.