Este fue el primer ensayo armamentístico de Norcorea en lo que va del presente año y también el primero en dos meses, desde que el 5 de noviembre disparó varios proyectiles de corto alcance. Las autoridades nucleares surcoreanas, de EE.UU. y Japón, se comprometieron a seguir coordinando acciones para hacer frente a lo que calificaron como “provocaciones norcoreanas”.
El embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antonov, dijo que Washington está “tan obsesionado con la idea de derrotar a Rusia que no se da cuenta de la gravedad de sus acciones”. Agregó que la injerencia de la potencia occidental “solo provoca más bajas y prolonga la agonía del régimen de Kiev”.
El gobierno surcoreano denunció el martes que Pyongyang lanzó a última hora cerca de un centenar de proyectiles de artillería hacia el mar Amarillo y que horas más tarde, cerca de la medianoche, hizo lo propio con otros 150 misiles hacia el mar de Japón, conocido como mar del Este en Corea.
El proyectil tenía un “notable rendimiento de combate” e incluía controles de doble timón y otras nuevas tecnologías, dijo la KCNA, la agencia oficial norcoreana de noticias. Pyongyang está sometido a múltiples sanciones internacionales por sus programas de armamento, que han progresado rápidamente bajo el mandato de Kim Jong Un, incluyendo misiles capaces de alcanzar todo el territorio continental de Estados Unidos.
