Si hace tres años, apenas un tercio de los directores y gerentes generales encuestados por Icare -en la antesala de Enade- aseguraba que los planes de expansión de sus compañías estaban en pausa o postergados, hoy tal dato supera el 70%. Sólo el 28,9% mantiene activos sus proyectos de crecimiento. Un escenario de incertidumbre -determinado básicamente por aspectos políticos- tiene al sector privado en alerta. Gran parte estima que las políticas tributaria, fiscal, de tasa de interés y de regulación sufrirán cambios profundos el próximo año, mientras un 33% prevé que el escenario para su empresa será peor en 2022. Hace doce meses, ese porcentaje era de apenas 3,1%.