Sería una buena decisión acelerar el proceso de integración entre los reguladores, pues así se disminuyen los procesos de incertidumbre en un sector clave a la hora de otorgar financiamiento para las inversiones.
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Más allá de los vaivenes económicos del corto plazo, marcada actualmente por una esperada desaceleración en el segundo semestre, el gobierno debe apuntar a elevar el PIB de largo plazo.
El caso de Cornershop desnuda lo obsoleta de la legislación laboral actual. Se requiere un cambio urgente, pero con el debido análisis. Por ello, la decisión del gobierno, de aplazar el ingreso de la reforma, es una buena decisión.
Es lamentable ver cómo la falta de empleo, seguridad, alimentos y remedios empuja a las personas a dejar su país. La primera política pública que debe ser considerada por cualquier gobierno es el crecimiento, para lo cual la certeza jurídica es vital.
Lo que correspondería es analizar de qué manera se pueden generar espacios que contribuyan a una mayor rigurosidad a la hora de entregar una licencia, para que quienes la obtengan sean los que realmente la requieren, y no otros que lo único que generan es dañar el sistema.
Ampliar las vacaciones con el objetivo de reducir los feriados, puede ser una alternativa razonable con miras a evitar el costo económico -y por ende para las personas- de los días festivos.
Es positivo que la ocupación informal haya descendido en el último año, sin embargo no puede quedar en segundo plano la necesidad de crear más empleos en un contexto de creciente fuerza de trabajo.
Los números muestran una realidad que no es tan mala, pero que es mejorable. Se requieren incentivos y condiciones de certeza jurídica para generar un ambiente que fomente el capital de riesgo.
Si ya se permite la existencia de las asociaciones de consumidores -que es discutible dado que para eso está el Sernac-, deben fijarse exigencias mínimas de transparencia y de representatividad.
El gasto público crecerá 3,2% el próximo año, la menor alza en ocho años, lo que permitirá estabilizar la deuda del país y reducir el déficit fiscal. Si bien pudo ser un esfuerzo mayor, es una señal de austeridad más que bienvenida.
El plan de ajuste anunciado hace unos meses por la autoridad ya está dando algunos frutos, aunque todavía quedan esfuerzos por hacer en otras áreas relevantes.
Resulta preocupante la aparente facilidad con la que se pueden crear programas sociales en el aparato público que no cumplen los mínimos relativos a coherencia y consistencia técnica.
El FMI instó al gobierno a profundizar la flexibilización del mercado del trabajo, lo que resulta clave a la hora de elevar el crecimiento de largo plazo del país.
Pese a la buena evaluación que hace el informe sobre la economía chilena, preocupa el menor crecimiento proyectado por el organismo para los próximos años.
