Esta es la historia de Guillermo Corominas, otrora goleador de San Luis de Quillota. Él y su padre llevaron al Gato a Universidad Católica. Ambos iniciaron un camino que terminó con el volante anotando el gol del título de la Copa América Centenario y su amigo confinado a una silla de ruedas, luego de que se le partiera la médula en un accidente.
Carlos González Lucay
11 jul 2016 03:26 AM