Conocer gente es fácil. Pero, ¿para qué, cuando se tiene la Biblioteca Pública de Radiohead a un click de distancia? Tal vez no será la Biblioteca de Babel, pero el tiempo invertido en este sacro portal puede llegar a parecerse mucho al infinito. Las maravillas que se atesoran —virtualmente para siempre— en este limbo creado por Yorke y sus secuaces, pueden llegar a despertar recuerdos impensados en los adictos a sumergir el alma en el amor por Radiohead, o a descubrir puertas que se abren y cierran sin parar hasta que suene la campana de la mañana. Advertencia: no hay que correr. Esto es una biblioteca.
Nuno Veloso
27 ene 2020 07:44 AM