Fue gerente general desde los 25 años y a los 64 dejó su exitosa carrera en las empresas para hacerse cargo de una totalmente distinta: el Pequeño Cottolengo. Fue un cambio que le dolió en el ego y en el bolsillo. Desde entonces hay amigos que ya no le contestan el teléfono porque piensan que les va a pedir plata. "Pero hoy duermo mejor", dice.
José Miguel Jaque y Angélica Bulnes
10 nov 2017 06:34 PM