Tras un bombardeo de las fuerzas leales a Assad, que causó más de 40 muertos, el Ejército Sirio Libre se replegó hacia el barrio de Sukari.
AFP
9 ago 2012 03:20 AM
Tras un bombardeo de las fuerzas leales a Assad, que causó más de 40 muertos, el Ejército Sirio Libre se replegó hacia el barrio de Sukari.
Rebeldes dicen que fue el mes más sangriento desde el inicio del conflicto a principios de 2011. Del total de víctimas hubo 274 niños.
El número de enfrentamientos entre los rebeldes del ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán y el ejército turco se ha elevado significativamente durante el último año.
Ambos países apoyan la oposición siria y han dado refugio a dirigentes de grupos rebeldes.
Una evaluación realizada por la ONU y el Gobierno de Siria demostró que tres millones de sirios necesitan con urgencia ayuda alimentaria.
Los informes sobre un aumento de la ayuda de Estados Unidos a los rebeldes sirios se producen cuando la confrontación parece estar acercándose a un final, con los principales combates en Damasco y Alepo.
"Nuestro enemigo asume diversas caras, pero sus objetivos son claros", dijo el presidente sirio en ocasión del 67 aniversario del Ejército.
Según el Consejo nacional Sirio las tropas del régimen de Bashar Assad impiden el suministro de gasolina, alimentos y medicamentos. También hay cortes eléctricos, lo que no permite el tratamiento de los pacientes en los hospitales.
Fuerzas oficialistas y de la rebelión se enfrentaron hoy por el control de Salahedine. El sábado, el Ejército lanzó una ofensiva en la segunda ciudad más importante de Siria.
Según los insurgentes varios helicópteros del Ejército sobrevolaban casas y las ametrallaban, en tanto los habitantes huían en masa, sobre todo las mujeres y los niños. Esto, antes de la llamada batalla decisiva en la segunda ciudad más importante del país.
El Ejército sirio acumulaba hoy enormes recursos logísticos para una batalla crucial en los alrededores de la segunda ciudad más importante del país.
Se trata de grupos sunitas que pretenden sacar del poder a los alauitas, vertiente del islam a la que pertenece el presidente sirio, a los que consideran apóstatas. Algunos rebeldes locales miran con recelo esta irrupción.
La capital económica de Siria es escenario de combates entre el régimen, que acumula tropas en las inmediaciones, y los soldados desertores, que aseguran haber recibido refuerzos militares.
El principal centro industrial del país registra por cuarto día combates intensos. Los rebledes hablan de uso de armas pesadas, como artillería y helicópteros militares por parte del régimen, lo que costado la vida a 70 personas a lo largo del país árabe.