Tras la tragedia de Atacama a muchos habitantes les quedó la sensación de que se salvaron por poco. Pero no por los aluviones, sino por los cientos de relaves de la minería del cobre que están desperdigados por la Cordillera y que –al parecer– no cedieron con las lluvias. Henry Jurgens (42), el peculiar director de la naciente Fundación Relaves, fue a muestrear ese lodo espeso y tóxico que mezcla ácido, metales pesados y falta de voluntad política para darle una solución. Y esto es lo que encontró.
La amenaza de los relaves
23 abr 2015 02:58 PM