De acuerdo al arzobispo de Santiago, el pasado 3 de octubre optó por no hablar debido a que "los antecedentes que habían entregados no eran los míos, habían entregado los antecedentes de la diócesis de Rancagua".
Angélica Vera
10 nov 2018 04:12 PM
De acuerdo al arzobispo de Santiago, el pasado 3 de octubre optó por no hablar debido a que "los antecedentes que habían entregados no eran los míos, habían entregado los antecedentes de la diócesis de Rancagua".
En medio de la procesión de la Virgen del Carmen, el cardenal imploró para que se les conceda "corazones abiertos al perdón, que piden perdón y perdonan".
El arzobispo de Santiago, mediante un comunicado de prensa, indicó que "los católicos de Santiago y la gente de buena voluntad estamos llamados a acoger esta determinación del Santo Padre".
Su salida de Santiago es inminente. Luego de que el fiscal Arias lo llamara a declarar como imputado, los planes de sucesión se aceleraron para que el arzobispo no estuviera presente en la celebración del tedeum. La presión tuvo efectos: ayer el cardenal Ezzati anunció que no presidirá la tradicional ceremonia. Hoy, el Papa está en la cuenta regresiva: el tiempo corre en Chile y en Roma.
Hasta inicios de año, el arzobispo de Santiago era uno de los hombres más poderosos de la Iglesia chilena. Hoy, en medio de la polémica por denuncias de abusos y citado a declarar como imputado por eventuales encubrimientos, atraviesa uno de sus momentos más complejos. ¿Quién es Ricardo Ezzati? ¿Cómo llegó a ser arzobispo, cardenal y quien tenía acceso a lugares que nadie más podría?
Se refirió a la denuncia en Concepción de una supuesta violación de un menor, en 2002. "No se pudo comprobar configuración de delito", dijo. Y añadió que el prelado Chomali se disculpó por una alusión a él en la prensa.
"Es un arzobispo que está tan cuestionado, con pérdida de tanta autoridad, que no puede prolongar su estadía al mando de una diócesis que tiene seis millones de personas", señaló el grupo que se hizo conocido tras la oposición que generaron al nombramiento de Juan Barros como obispo de la ciudad.
El sacerdote español habría iniciado un retiro espiritual, sin embargo, varios lo ven como una posible carta para asumir en la Arquidiócesis de Santiago.
¿Cómo quien parecía ser un simple archivero se puede convertir en el detonante del caso más complejo en los últimos años que ha vivido la Iglesia Católica chilena? Esta es la historia de Óscar Muñoz, el último sacerdote acusado por delitos sexuales y quien hasta hace meses tenía, además de Ezzati, acceso exclusivo a todos los documentos que entraban por las puertas del Arzobispado: estados financieros, contratos de trabajo, decretos que trasladaban a sacerdotes de un lugar a otro, denuncias de todo tipo.
El arzobispo de Concepeción, Fernando Chomalí, aparece como la carta para suceder a Ezzati.
Luego de su primera visita, en febrero, Charles Scicluna y Jordi Bertomeu se han convertido en los hombres de confianza del Papa. Francisco sabe que lo que haga en Chile marcará su papado. Aunque esta vez la misión se centrará en Osorno, lo que pase en Santiago puede detonar una nueva crisis en la Iglesia chilena.
"Lejos de comportarse como un pastor, el señor Ezzati se ha comportado, permanentemente, como una persona cruel", señaló el diputado Gonzalo Winter.
Durante la misma inaugural el arzobispo de Santiago aseguró que se vive un "clima de cuestionamiento doloroso" y agregó que es necesario "un cambio".
La convocatoria de Francisco a los obispos chilenos para que vayan a Roma marca una acción sin precedentes para el Vaticano. La cita anticipa cambios profundos, que partirían con la salida de los prelados de Osorno, Talca y Linares, pero que no serían los únicos ni las medidas más relevantes. Tras el informe de Scicluna, se espera que Barros sea solo el comienzo de otros cambios que amenazan el poder del ala más conservadora del clero chileno.
"Cuando nuestros obispos fueron a hablar con él, el Papa no le dio el peso a lo que estaban diciéndole", dice el sacerdote Osvaldo Fernández de Castro, ex secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal, quien enfatiza que el clero advirtió a Francisco de lo conflictivo que era poner a Juan Barros en Osorno.